
Hace mas o menos un año, durante mis vacaciones, hice algo que creo que me avergonzará siempre. El caso es que curioseando por un centro comercial, me meti en el probador de uan tienda de ropa a probarme un par de cosas, entre las que iba una pañoleta tipo palestina. Le di un tironcito a la alarma para ver si era tan fácil como lo ponían aquí y ahí empezó la tragedia. La alarma se solto porque la pañoleta era muy fina y se rompio. Mi hermana estaba conmigo y lo flipaba, normal, porque nunca he robado nada. Ni siquiera un lacasito en el Bel-Ross. Bueno, pues una vez quitada la alarma, me puse negra, porque no sabía que hacer con ella.Es decir, no queria llevarme la pañoleta, pero tampoco queria decirle a la chavala de los probadores que la había arrancado y no había ningún sitio donde camuflarla. Y entonces tuve la "genial" idea de pegar la alarma debajo del asiento del probador utilizando como pegamento lo único que tenía a mano; tres o cuatro chicles muy muy masticados. Es que me muero de verguenza de acordarme, creo que nunca voy a superar el haber hecho algo así. Por supuesto, antes de que llegara a la caja ya habían encontrado mi "McGiveriano" invento aunque no pudieron demostrar que hubiera robado nada. SI pudiera volver al pasado, esa sería una de las cosas que borraría. Al salir de alli queria volver a hablar con la dependienta y decirle de que prenda era la alarma y pagarla, pero me dijeron que era mejor que no volviera por alli. En fin, este es mi más vergonzoso secreto y quería compartirlo con vosotras. A Encantador no se lo he contado nunca, ya que creo que me dejaría por gitanilla.
Os animo a que me conteis algún secreto que os traumatice y os libereis. Besitos para todas!!!